

Las mangueras flotantes pueden representar un gasto para los operadores dado que la goma, superficies internas y caras de bridas pueden sufrir daños debido a impactos y corrosión. Si el daño no es solventado en una fase temprana, puede derivar en una pérdida de flotabilidad e incluso en una fuga de crudo con implicaciones potencialmente costosas tales como:
- Daño medioambiental
- Salud y riesgos para la seguridad
- Inactividad
- Costos de limpieza y eliminación
- Elevados costos de reparación o reemplazo
